El perro de agua es muy parecido físicamente al actual barbet francés por su origen común. Se trata de un perro de tamaño medio, rústico y de complexión atlética, muy musculado. La cabeza es fuerte, elegante y con el techo craneal aplanado. La depresión naso-frontal es suave y poco profunda. Los ojos, ligeramente oblicuos, van desde el color avellana hasta el castaño. Las orejas son de inserción media, triangulares y caídas.El cuerpo es mediano, robusto y ligeramente más largo que alto aunque hablamos de un perro bastante proporcionado. La espalda es recta y fuerte, mientras que la grupa se inclina suavemente con respecto a la horizontal. El pecho es ancho y profundo. El vientre es ligeramente recogido. El perro de agua español, quizás por su larga tradición como perro de trabajo, suele ser un perro muy obediente y con una predisposición natural para el aprendizaje. Eso se debe, en parte, a su inteligencia, la cual debemos estimular de forma regular con adiestramiento, habilidades caninas y otras actividades que consideremos apropiadas, tanto físicas como mentales.